sábado, 1 de marzo de 2008

SOLIDARIDAD AGRIDULCE




Un día más en ICA, la verdad es que el paso del tiempo parece detenerse, en otras ocasiones la vertiginosa rapidez de como suceden los acontecimientos hace pensar que la vida es cuestion de momentos los cuales hay que aprovecharlos y sobre todo vivirlos intensamente. Como ayer o mañana el grupo de trabajo acude fielmente a la cita, son las 7.45 de la mañana, Esteban, el camarero del Austria ya prepara los zumos de papaya, piña, naranja o sabe Dios de que fruta que nos darán la fuerza para pisar la arena caliente de Expansión Urbana, Comatrana o Subtanjalla. Sin duda la hoja de ruta definida para el día de hoy nos ha traido varias sorpresas, con las que no contabamos de antemano, por eso son sorpresas. A los primeros enfermos los recibiamos en el día de hoy en la iglesia de Comatrana, la del padre Rosendo, para más señas un Navarrico de un pueblecito muy cercano al famoso de las alcachofas de Tudela, mas de 42 en la primera tanda, algunos ya con sus analíticas realizadas que nos permiten establecer el diagnostico, tratamiento farmacológico, intervención quirúrgica ó volver a repetir los análisis, algunos, los menos, afortunadamente hoy tienen ya su alta, su problema con la salud se ha resuelto. Rosendo, el cura, nos ha llevado a ver la situación de algunos nuevos casos que por primera vez entran en la bolsa de benificiarios de ayuda, los cuales han tenido la suerte de recibir su primer cheque, su destino: la compra de pañales, alimentos o alguna que otra medicina, aunque hoy Andrés, el doctor, se ha presentado con una caja de medicinas llena de antibióticos, cremas, paracetamol, y un sinfin de medicamentos que a buen seguro encontraran un receptor. A continuación Julio conduce el vehiculo a Expansión, el primer caso que atendemos tres niños con ceguera congenita, para los menos eruditos en la ciencia de la medicina, niños con los ojos blancos con una gran limitación de visión y a los que si no atendemos con urgencia perderán la vista de por vida, es el caso del mayor, 18 años, su nombre Eder, un encanto, pero ciego para el resto de su vida. Mi compromiso con la familia ha sido que sus hijos vamos hacer que vean. Laura, del equipo de colaboradoras, ya tiene la mañana del lunes cubierta, deberá acompañar a los tres niños a la consulta del prestigioso Doctor Uria para que emita el correspondiente informe, el cual viajará conmigo a Granada a fin de solucionar el problema de estos hijos de la miseria. Pero no solo hemos atendido este caso extremo, él de una mujer de 47 años, con siete hijos, con una henia enguinal de libro, y con un marido que la maltrata, la humilla, y ademas le exige que alivie su instinto sexual tambien ha sido visto para sentencia, es decir, ha sido objeto de cheque. En este caso he sido contundente "Esta tarde le dices a tu marido que me espere, quiero hablar con él", a estas horas la conversación ya ha tenido lugar. El marido no ha lanzado pregunta alguna durante los 10 minutos de charla, en ocasiones asentía con la cabeza y yo queria entender que reconocía su culpabilidad, pero no me ha quedado duda en pensar que se ha guardado para sus adentros lo que seguro pensaba de mi y que no era otro cosa qué "menudo cabrón lo que me está diciendo", pero estas cosas hay que hacerlas porque pienso que la ayuda tambien se puede prestar aunque no sea extendiendo el cheque. Terminamos en este distrito con 38 casos más, Lupus, VHI, Tuberculosis, Anémias, etc. Antes de concluir el mediodia queda tiempo para visitar varios casos en Subtanjalla, el primero de ellos un varón de 35 años, con cancer en la laringe, nos dirigimos en su busqueda, a la puerta de su casa nos encontramos con su mujer, a la pregunta de si se encontraba su marido, la mujer baja la cabeza y nos dice que hoy hace un més que falleció. Pude contener las lágrimas hasta que llegué al coche. Había llegado tarde. Mi consuelo, haber contribuido con la quimioterapia con 700 soles, unos 180 euros. Pronto uno de mis colaboradores se apresuró a decir hemos hecho lo que hemos podido. La tarde más de lo mismo, enfermos sin recursos que esperan recibir de los españoles unos cuantos soles que les ayuden aliviar sus penas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola chicos! No se si estaréis agotados, pero desde aquí, al abrigo de nuestras comodidades, afines a nosotros, y creyendo que también son lo mismo para el resto de la humanidad, nos estáis haciendo, que reconsideremos la suerte de haber nacido en el lugar donde estamos.
Creo que esta vuestra labor, y ahora también nuestra, hará que nos miremos un poco dentro de nosotros mismos, que seamos más justos con los que más nos necesitan, los mayores y los niños y afrontemos cada uno a su medida una solución, una ayuda....
Animo y espero poder acompañaros en otra ocasión.