sábado, 26 de junio de 2010

Baron de Ley


El Burgos del Cid Campeador nos permitió en la mañana del lunes desarrollar olfato y paladar con los caldos de una de las bodegas mas señoriales ubicadas en el feudo del liquido sagrado. La Rioja y Barón de Ley nos daban la bienvenida con todo un derroche de color verde fuerte y con un mar de viñas usual para los lugareños pero poco frecuente para los visitantes que como nosotros decidimos adentrarnos en el cautivador mundo del vino por unos días. Nada más llegar nos esperaba el superhombre de las ventas de la prestigiosa bodega Miguel Linde acompañado de un festival de ibéricos, queso y un reserva del 2006, la jornada parecía prometer y no defraudar, y así fue, recorrido colegial por bodega, visita a la hacienda, asistencia al curso superacelerado de cata (Con obtención de diploma justificativa de tal azaña) y así hasta terminar a eso del mediodía en un local el cual recordaba vagamente del año 2005 y que nos proporcionó todo tipo de viandas de la zona. No podía faltar la fritura de productos de la huerta: pimiento, zanahoria, espárrago, cebolla, etc, los cogollitos de tudela acompañados del manjar del cantábrico y un dimensionado filetón de buey que fue la envidia de aquellos que se habían decantado por los productos del mar, todo ello regado por un blando elaborado con el porcentaje justo de uva malvasía y un Finca Monasterio que nos invitaba a recordar que uno de los placeres de la vida se llama vino, Dios mio que liquido más embaucador ladrón de sensaciones y creador de una explosión de acordes oportunos y bien definidos que nos permitieron a los presentes valorarlo con sobresaliente.

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