miércoles, 26 de octubre de 2011

Ocucaje, el olvido permanente





















La mañana amanecía fresquita o como suelen decir por estos lares "leve de temperatura", aunque se pronosticaba un calor de infarto, no en vano, las primaveras en esta parte del Perú son de saunas, que sin agua para combatirles deben constituir algo semejante al mismísimo infierno. Después del jugo de frutas de rigor, nos marchamos hacia Ocucaje, la cuna del vino, la estepa del desierto, el olvido de los presentes o el mismísimo ocaso de la miseria. A la llegada a la municipalidad y tras el apretón de manos de su Alcalde, por cierto bastante majete y con su mente puesta más en los preparativos del homenaje a modo de despedida vitalicia de su antecesor, un hombre afable, servidor del pueblo y gran gestor público, me anunciaban sus moradores que la jornada laboral hoy se reduciría porque no podian faltar a su funeral. Eso nos ha obligado a modificar nuestra hoja de ruta, amen de quedarnos sin parroquianos y de perder el día, el equipo se plantó en Tambo, una pequeña pedanía de escasas 200 personas, aquí también muchos niños, y con cuadros médicos muy similares, el polvo, la desnutrición, los parásitos como culebras o el mismísimo calor hacen de ellos su mejor caldo de cultivo para la proliferación de estas y otras enfermedades. Cerro Blanco fue nuestro próximo destino, antes de las 2 de la tarde, nos adentrabamos en un espacio casi lunar, con una gran cordillera de arena que melodeaba tras nuestro rastro y que nos invitaba a su escalada, pues el regidor de Ocucaje nos comentó que es rica en fósiles de grandes dimensiones, aunque el calor sofocante no invitaba a conocer los aspectos paleontológicos de la zona si mostré gran interés por aquellos seres vivos y me preguntaba que se les habría perdido por aquellas tierras esquirmadas y desoladas después.
Los vecinos de Cerro Blanco nos esperaban como agua de mayo, incluso sorprendidos de ver la uniformidad del equipo, algunos los mas osados nos pidieron hacerse alguna que otra foto que inmortalizara tal efemérides, después pensé que salvo perdida quien decidiria ir por allí alguna vez en su vida. Las 16.00 horas y sin comer, es cierto el hambre llega a desaparecer o tal vez ni tan siquiera aparece, el momento nos alimenta y nos hace olvidad que el reloj biológico ya nos alertó hace una horas.
A la caida de la tarde, levantamos nuestro dispensario médico y nos dirigimos de nuevo a Ocucaje, en el camino coincidimos con el cortejo fúnebre, féretro oscuro, coronas, hasta aquí todo normal, banda de música y a la llegada a la municipalidad cuatro voces a modo de balada, arrancaron el aplauso y las lágrimas de muchos de los congregados.
Ya en Ica preparamos las medicinas para mañana, Mirian la chica de la DISA, no repara en alagos hacia nuestro trabajo, la verdad no es pa tanto.
Los videos de hoy, "El Comedor Rosario de Yauca" "La familia Aparcana".
Youtube, el acceso "Campaña sosperuica".

1 comentario:

isa dijo...

Hola Nicolás que bueno que regresaste a Lima. Veo que pese a la crisis que atravieza España, sus ciudadanos continúan colaborando con personas que se encuentran en peores condiciones de vida.

Isa