La reciente subida de los precios de los alimentos es un aviso para los gobiernos del mundo entero quienes, por demasiado tiempo han dado por sentado la producción agrícola.
Desde UPA pedimos que se tomen medidas europeas e internacionales para que en los próximos años se ponga más énfasis en la seguridad alimentaria, precios juntos y estabilidad para los productores y los consumidores.
En la Unión Europea, las reformas comunitarias emprendidas con el objetivo de adecuarlas a la OMC han acarreado recortes muy importantes en subvenciones agrarias a la producción, el desmantelamiento de medidas de gestión de mercados y la apertura de mercados.
En paralelo se ha producido un incremento de los costes de producción y por consiguiente la pérdida de competitividad de los productores españoles.
El progresivo aumento de los costes de producción, principalmente, ( fertilizantes, abonos, semillas, piensos, gasóleo) están literalmente ahogando económicamente a muchas explotaciones agrícolas y ganaderas de la provincia de Granada que ven reducido a la nada su nivel de rentabilidad.
Algunos de estos insumos han subido de forma desorbitada, la dependencia energética del sector agrario y ganadero ha originado que los precios se hayan en algunos casos triplicado en solo un año.
Pero junto a este vertiginoso aumento de los precios de los insumos, nos encontramos con un descenso continuado en los precios agrarios y ganaderos. Especialmente en frutas, hortalizas y carnes.
Incluso el cultivo del olivar que mantenía la renta al agricultor durante en estos últimos años, hoy está bajo mínimos. El precio del aceite de oliva apenas supera las 320 pts. Hace 15 años el precio superaba las 370 pts. A este precio el aceite no genera rentabilidad al agricultor e incluso en algunas zonas de la provincia de Granada de baja producción con este precio de venta el agricultor no mantiene rentas.
Estos datos demuestran que los precios en origen son ruinosos en todos los sectores, especialmente en la ganadería. Solo en los últimos 12 meses el precio de los piensos ha subido en torno a un 38%. Sin embargo los ganaderos están vendiendo entre un 10 y un 30 % por debajo de los costes de producción.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos calificamos esta situación como la peor de cuantas se conocen. Aquí no se escapa nadie. En todos los sectores hay problemas y en todos tenemos el mismo denominador en común "fuertes incrementos de los insumos y bajos precios de los productos en origen", aún cuando los precios a los que tenemos que hacer frente los consumidores están por los cielos.
La cunicultura, la avicultura, el ovino-caprino, el sector vacuno, el porcino, las hortalizas, la fruta, todos los sectores están padeciendo una falta de rentabilidad sin precedentes.
Desde UPA estimamos que en nuestra provincia cada semana asistimos al cierre de dos explotaciones, bien sea ganaderas o agrícolas. De hecho según nuestros datos en el pasado año se cerraron en Granada el 13% de las explotaciones ganaderas y este año de seguir así las cosas, podemos finalizar el año con un cierre del 25 %.
Pero esta situación que ya ha dejado de ser una pura cuestión coyuntural, lejos de solucionarse la brecha entre los precios que reciben los productores y los que pagan los consumidores cada vez es mayor. Desde UPA entendemos que si el margen comercial fuese menor y el agricultor y ganadero participara de una forma mas activa en el precio final la situación se podría corregir.
Desde UPA exigimos a las administraciones:
Una Ley urgente de márgenes comerciales a lo largo de la cadena alimentaria. Con mecanismos sancionadores.
Un Código de buenas prácticas comerciales que autorregulen las relaciones entre los eslabones de la cadena alimentaria, desde origen a destino.
Precios Agrarios Justos. Para ello se deberá brindar a los agricultores y ganaderos un incentivo para que produzcan y otro para que inviertan. El precio recibido por el productor debe superar los costes de producción y además otorgarles los medios para invertir.
Desde UPA pedimos que se tomen medidas europeas e internacionales para que en los próximos años se ponga más énfasis en la seguridad alimentaria, precios juntos y estabilidad para los productores y los consumidores.
En la Unión Europea, las reformas comunitarias emprendidas con el objetivo de adecuarlas a la OMC han acarreado recortes muy importantes en subvenciones agrarias a la producción, el desmantelamiento de medidas de gestión de mercados y la apertura de mercados.
En paralelo se ha producido un incremento de los costes de producción y por consiguiente la pérdida de competitividad de los productores españoles.
El progresivo aumento de los costes de producción, principalmente, ( fertilizantes, abonos, semillas, piensos, gasóleo) están literalmente ahogando económicamente a muchas explotaciones agrícolas y ganaderas de la provincia de Granada que ven reducido a la nada su nivel de rentabilidad.
Algunos de estos insumos han subido de forma desorbitada, la dependencia energética del sector agrario y ganadero ha originado que los precios se hayan en algunos casos triplicado en solo un año.
Pero junto a este vertiginoso aumento de los precios de los insumos, nos encontramos con un descenso continuado en los precios agrarios y ganaderos. Especialmente en frutas, hortalizas y carnes.
Incluso el cultivo del olivar que mantenía la renta al agricultor durante en estos últimos años, hoy está bajo mínimos. El precio del aceite de oliva apenas supera las 320 pts. Hace 15 años el precio superaba las 370 pts. A este precio el aceite no genera rentabilidad al agricultor e incluso en algunas zonas de la provincia de Granada de baja producción con este precio de venta el agricultor no mantiene rentas.
Estos datos demuestran que los precios en origen son ruinosos en todos los sectores, especialmente en la ganadería. Solo en los últimos 12 meses el precio de los piensos ha subido en torno a un 38%. Sin embargo los ganaderos están vendiendo entre un 10 y un 30 % por debajo de los costes de producción.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos calificamos esta situación como la peor de cuantas se conocen. Aquí no se escapa nadie. En todos los sectores hay problemas y en todos tenemos el mismo denominador en común "fuertes incrementos de los insumos y bajos precios de los productos en origen", aún cuando los precios a los que tenemos que hacer frente los consumidores están por los cielos.
La cunicultura, la avicultura, el ovino-caprino, el sector vacuno, el porcino, las hortalizas, la fruta, todos los sectores están padeciendo una falta de rentabilidad sin precedentes.
Desde UPA estimamos que en nuestra provincia cada semana asistimos al cierre de dos explotaciones, bien sea ganaderas o agrícolas. De hecho según nuestros datos en el pasado año se cerraron en Granada el 13% de las explotaciones ganaderas y este año de seguir así las cosas, podemos finalizar el año con un cierre del 25 %.
Pero esta situación que ya ha dejado de ser una pura cuestión coyuntural, lejos de solucionarse la brecha entre los precios que reciben los productores y los que pagan los consumidores cada vez es mayor. Desde UPA entendemos que si el margen comercial fuese menor y el agricultor y ganadero participara de una forma mas activa en el precio final la situación se podría corregir.
Desde UPA exigimos a las administraciones:
Una Ley urgente de márgenes comerciales a lo largo de la cadena alimentaria. Con mecanismos sancionadores.
Un Código de buenas prácticas comerciales que autorregulen las relaciones entre los eslabones de la cadena alimentaria, desde origen a destino.
Precios Agrarios Justos. Para ello se deberá brindar a los agricultores y ganaderos un incentivo para que produzcan y otro para que inviertan. El precio recibido por el productor debe superar los costes de producción y además otorgarles los medios para invertir.
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